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Sep 02, 2020 946 0 Sherin Vincent
Encuentro

Nunca solos

¿Cuál es el mayor antídoto para la soledad?

Era un domingo ordinario en el internado de estudiantes donde me estaba quedando. La mayoría de mis amigos se habían ido a sus casas durante el fin de semana. Luego de finalizar mis quehaceres y estudios del día, me preparé para ir a la Misa de la tarde en una pequeña capilla del convento cercano. Cuando me dirigí hacia a la capilla, me sentí abrumado por un fuerte sentimiento de soledad. A pesar del hecho de que estaba a muchas millas de distancia de mi familia, algo más me angustiaba, pero no podía descifrar qué era. La soledad no era nada nuevo para mí. Ya había pasado más de 6 años en la universidad como estudiante interna, solo con la única posibilidad de visitar a mis padres, quienes trabajaban en otro país, durante las vacaciones.

Cuando llegué a la capilla, me sorprendió verla llena de gente, lo cual era inusual. Sin embargo, logré encontrar un lugar en la primera banca y me senté, aún inmersa en mis pensamientos. La Misa se llevó a cabo, pero no podía concentrarme en mis oraciones. Cuando llegó el momento de la comunión, el dolor dentro de mí se había intensificado. Hice la fila para la comunión y luego de recibir a Jesús, me regresé para arrodillarme y dar gracias.

En un momento, me di cuenta de que el intenso sentimiento de soledad y tristeza se había desvanecido. Fue como si me hubieran quitado un yugo pesado de los hombros en un instante. Estaba muy sorprendida por esta transformación, porque no había orado mucho durante la misa, ni le había dicho a Jesús cómo me sentía. Pero el Señor me miraba desde el altar. Él sabía que yo estaba sufriendo y que necesitaba ayuda.

El pequeño incidente dejó una marca profunda en mi memoria. Incluso después de muchos años, recuerdo cómo el Señor me mostró su ternura. Jesús Eucaristía ha sido mi refugio durante todos los momentos difíciles de mi vida. En ningún momento ha fallado en ayudarme con Su gracia y misericordia. Cuando nos sentimos abatidos por las tormentas de esta vida, con incertidumbre de si podremos encontrar la dirección correcta, todo lo que tenemos que hacer es correr hacia Él. Algunos de nosotros gastamos mucho dinero en consultas con psicólogos clínicos, pero no nos damos cuenta de que el mejor consejero siempre está listo para escuchar nuestros problemas en todo momento, ¡y no tenemos que apartar una cita!

No existe mayor antídoto para la soledad que la presencia de Dios. Si alguna vez sientes que nadie te entiende ni se preocupa por ti, ve confiadamente ante el Santísimo Sacramento. Nuestro Señor te espera para que experimentes Su consuelo, fuerza y amor.

“El tiempo que pases junto a Jesús en el Santísimo Sacramento es el mejor que pasarás en la Tierra” – Santa Teresa de Calcuta

Jesús mío, que estás verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento, ayúdame a confiarte todas mis preocupaciones sobre el futuro. Confío en Ti y creo firmemente que no hay nada imposible para Ti. Que tu amor infinito me consuele y fortalezca. Amén.

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Sherin Vincent

Sherin Vincent serves on the Editorial Team of Shalom Tidings. Following a personal encounter with the Holy Spirit at age 13, her delight has been seeking God in the ordinary circumstances of life. She resides with her family in Bangalore, India.

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