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Sep 02, 2021 953 0 Dina Mananquil Delfino, Australia
Evangelizar

RECUPERA EL RITMO PERDIDO

¡Entra por el oído y directamente al corazón!

Una manera asombrosa de renacer hoy tu alma.

Mis visitas como trabajadora de cuidado pastoral, ofreciendo oraciones a través de la liturgia y la música a las residencias de ancianos, en especial con los que necesitan cuidados continuos, siempre están llenas de una mezcla de emociones encontradas. Se me advierte que estos residentes pueden pasar horas o incluso días sin responder.

Cuando veo a los participantes, tan frágiles y golpeados por las distintas batallas de la vida, esperando a su hora, con los ojos fijos en la “nada”, hay una parte de mí que duda que lo que les he preparado les sea de gran provecho.

Sin embargo, en muchas ocasiones me he equivocado. Tan pronto comienzan a escuchar cantos como Sublime Gracia (Amazing Grace), Qué grande eres (How Great Thou Art), Un día a la vez y otros himnos muy queridos, las cabezas se levantan, los ojos empiezan a abrirse o empiezan a parpadear y las lágrimas corren por sus mejillas.

Nunca  olvidaré

Una vez, un caballero frágil y paralizado estaba sentado en una silla cómoda y me agarró de la mano y me la apretó con fuerza. Algunas de mis lágrimas rodaron ese día. Otro, que se había mostrado reticente y hostil, cantó alegremente la canción, una y otra vez, con su espléndida voz de barítono hasta que algunos residentes le hicieron callar, quienes se sintieron molestos por su “ruido” y luego me guiñaron un ojo y con su pulgar me mostraron su aprobación.

Según unos estudios sobre la demencia, en sus diferentes etapas, revelan que la música ayuda a las personas a conectarse con sus buenos recuerdos y está demostrando ser una medicina efectiva. Las melodías las recuerdan incluso después de haber olvidado los nombres, las caras y las palabras.

A veces olvidamos el poder de la música para despertar esa parte del cerebro: provocar las respuestas, reconectarse con los seres queridos y mejorar la concentración. Aumenta la felicidad y disminuye la fatiga, haciendo que desaparezca la oscuridad y el velo que nos separa de lo que queremos olvidar y de lo que queremos recordar se haga más transparente.

El Centro Clay de Salud Mental para jóvenes dice que la música es la terapia de arte mejor estudiada y ayuda a reducir la ansiedad, la depresión, el trauma, la psicosis y el estrés. La música ayuda a sanar.

Canta para Él

El sermón del obispo Brewer del domingo, 4 de octubre del 2015 cita algunos de los distintos propósitos que la música ofrece para nuestras vidas. Dice que la música nos enseña el evangelio; nos conecta con Dios de formas únicas; nos permite expresar nuestro amor a Dios con todo nuestro ser y si se usa para la adoración, cumple el mandato de Dios. Afirma además que la música que honra a Dios hará que nuestro corazón cante. Y cuando nuestro corazón canta, se lleva a cabo la adoración. Nos transformamos por dentro.

He descubierto que esto es verdad. Pertenezco a un grupo de oración donde nos reunimos todos los viernes para  alabar y para  adorar a nuestro Señor, que también son servicios que ofrecemos en nuestra comunidad. En los últimos 23 años, hemos compartido la música juntos que nos ha llevado a una comunión más profunda con Dios.

Mi transformación personal  ha sido en parte debido a la alabanza y la adoración. Cuando canto al Señor, el Espíritu Santo revela mis verdades y mis necesidades de cambiar mi interior. Soy más consciente de mi necesidad de recibir la gracia de Dios y lloro al ver mis pecados, pero me llena de gozo el ser consciente de que el Señor venció el pecado y la muerte. Cuando estoy deprimida, la música me reconforta; cuando lucho contra las batallas, me da la fuerza y ​​la fe para seguir adelante. Cuando estoy alegre, la música me inspira a bailar y a compartir mi esperanza con los demás y cuando el diablo me tienta, la alabanza y la adoración lo detienen en seco.

La base de la armonía

Si quieres profundizar más, lee el artículo escrito por John Michael Talbot en Music of God (La Música de Dios). Dice: “Dios es la música espiritual perfecta. Muchas de las principales religiones del mundo dicen que Dios creó el universo a través de la música. Pero la música de la que hablan no es una mera canción terrenal. Es profundamente espiritual y mística. Los místicos dicen que en el estado sobrenatural se puede ver el sonido y oír el color. Esta era nuestra forma original y lo volverá a ser en la eternidad. Esta música armoniosa es parte del ser mismo de Dios.

“Dios es una armonía perfecta autosuficiente, trascendente y es bondad eterna y un amor desinteresado. Este asombroso equilibrio y pacífica armonía se manifiesta perfectamente en la Trinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Es una lógica perfecta, pero más allá del alcance de la simple lógica». Según otro compositor de música, la armonía está ordenada por Dios; la base de la armonía es una tríada, un trío de notas que están unidas perfectamente entre sí.

Es posible que no hayamos tenido mucha música en el 2020 debido al COVID 19; muchos de nosotros hemos perdido el ritmo de la vida, al ser superado por las incertidumbres y nuestras vidas al ser desgarradas por notas discordantes de pérdidas y de dudas. Pero a todos nos anima que en el año 2021 debemos recuperar lo que hemos perdido y redescubrir la esperanza, la confianza y la fe en lo que Dios nos ordenó que fuésemos: una creación de armonía, paz y alegría.

Es posible que la pandemia del coronavirus nos haya desviado, pero recordemos una vez más lo que nos dice el Apocalipsis 5, 8-9: “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un cántico nuevo.”

Cantemos nuestras viejas canciones de nuevo o creamos algunas nuevas mientras continuamos componiendo música para el Señor, para que podamos unirnos al coro celestial. Si dejamos ir nuestro falso yo discordante, impulsado por el ruido y el miedo y buscamos a Dios en su lugar, lo escucharemos y nos hablará de nuevo con una melodía pacífica de confianza y de buenas nuevas con gratitud.

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Dina Mananquil Delfino

Dina Mananquil Delfino trabaja en un asilo para ancianos en Berwick. También es consejera, facilitadora de pre-matrimoniales, voluntaria de la iglesia y columnista regular para la revista “Philippine Times”. Vive con su esposo en Pakenham, Victoria.

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