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Nov 17, 2020 963 0 Cyril Abraham
Comprometer

¿Católico y vuelto a nacer?

¿Cómo es posible que sea bautizado como católico y después vuelva a nacer?

O eres católico, en cuyo caso naces de nuevo en tu bautismo y tus padres/padrinos invitan al Señor a tu vida en tu nombre. O naces de nuevo el día en que aceptas a Jesús como tu Señor y Salvador personal, como dirían mis hermanos y hermanas protestantes. ¡O eres ambos! Ese es el caso en mi vida y en la vida de miles de hermanos y hermanas que conozco en la iglesia católica. ¡¿Cómo puede ser eso?!, podrias preguntar

Charla en el café

Nací en una familia católica y me crié como un niño católico ‘bueno’, sirviendo en el altar, yendo a la escuela católica, aprendiendo oraciones católicas, y finalmente asistiendo a una universidad católica. Mi fe hoy es una suma de todas esas partes. Sin embargo, no tuve una relación personal con Dios hasta un día en un café durante mis días en la universidad. Durante una charla casual, uno de los hermanos de una iglesia (visitando la India desde los Estados Unidos) me preguntó si tenía una relación personal con Dios y si me gustaría aceptar a Cristo como mi Salvador personal.

Yo pregunté, «¿Qué quiere decir con eso? ¿Cómo puedo hacerlo?» Él respondió: «Solo tienes que aceptarlo en tu corazón/vida como tu Salvador personal a través de una profesión de tu fe». Pregunté apasionadamente, “¿pero cómo hago eso y cuándo?”. Dijo: «Si estás listo, aquí mismo, ahora mismo». Le recordé que estábamos en un Café y que los católicos no hacen ese tipo de cosas. Pero de alguna manera, yo estuve de acuerdo y algunos de nosotros en la mesa nos levantamos e hicimos una oración y oficialmente invité a Cristo a mi vida como mi Señor y Salvador personal. No hubo el trueno, ni el relámpago o la tormenta del cielo que yo esperaba. Pero mis hermanos y hermanas recién encontrados me felicitaron diciendo que ahora oficialmente había «vuelto a nacer.»

Aunque no sentía nada exterior o interiormente, más tarde ese día a solas en mi habitación del hotel empecé a orar y las palabras de acción de gracias fluyeron de mí como un río. Nunca había orado así antes. No podía creer mis palabras. Me sorprendió, pero pronto me di cuenta de que la oración simple y auténtica que había hecho en el café unas horas antes fue tomada muy seriamente en el cielo. Y el Señor del cielo y de la tierra mismo había hecho su morada en mí.

Una Probadita de Dios

Con mi nuevo amor por el Señor y por el grupo de amigos que me llevaron a esa etapa, comencé a ir a reuniones de oración y tomé pasos pequeños en el Espíritu. Inicialmente, casi deje de ir a Misa por completo, ya que aquí encontré lo que nunca había encontrado allí, al menos no hasta ese día.

Entonces un día, el Espíritu Santo me habló al corazón pidiéndome que fuera a participar en la Misa diaria en la capilla. Esta era una Misa Syro-Malankara de la cual nunca había entendido una sola palabra. Pero yo obedecí al Espíritu y fui a la Misa. Para mi sorpresa, entendí cada oración y participé en la Misa como nunca antes. Sabía que el Señor me había traído de vuelta a casa.

Mientras continuaba yendo al servicio protestante y a las reuniones de oración, también asistí a la Misa y al final de mis estudios pude entender y recitar cada oración de los 3 ritos que se celebraban en un idioma que no podía leer ni escribir. Ahora soy un católico devoto no solo por mi educación, sino porque he probado y visto personalmente que el Señor es bueno.

Sé que hay muchos que no han probado la bondad del Señor de manera personal y que no han experimentado la alegría de tal relación ni han conocido la alegría de participar en la Iglesia Católica con toda su riqueza: El cuerpo y la sangre de Cristo, los misterios sacramentales y la comunión de los santos. ¡Sin mencionar a la Santísima Madre!

Si eres católico, te invito esta Navidad a profundizar tu fe invitando al Señor a venir y tomar el control de tu vida. Si eres protestante, te invito a profundizar tu fe abrazando a la Iglesia Católica y sus enseñanzas y, por tanto, a experimentar la plenitud de la verdad y la luz de Cristo. Si no eres ninguno de los dos, querido amigo, los invito a que «Prueben y vean que el Señor es bueno» (Salmo 34:8). No sólo bueno, sino que es el mejor bien que podrías esperar buscar o encontrar. ¡Feliz Navidad!

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Cyril Abraham

Cyril Abraham encountered Jesus Christ at a cafe in 2002 and has since been blessed to serve in God's vineyard in different capacities. Husband to his beautiful wife, Raifiel and father to two angels, Zakar and Zane (now in heaven), he currently lives and works in Canberra, Australia.

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