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Nov 25, 2023 378 0 Ellen Hogarty
Encuentro

Suaves señales del amor de Dios

Conoce lo maravilloso que es nuestro mundo, a través de esta increíble historia de la vida real.

Después de años de servir al Señor brindando dirección espiritual, al escuchar a las personas compartir sus luchas me he dado cuenta que hay algo que se repite a menudo, y es la sensación de que Dios los ha abandonado o está distante y apartado de ellos cuando están pasando por pruebas. Las personas se preguntan: «¿Qué estoy haciendo mal? ¿Por qué Dios me ha hecho pasar por esto? ¿Dónde está Él en todo esto?” A menudo las personas piensan que una vez que han tenido un acercamiento y una conversión seria con Jesús, su vida estará libre de problemas. Pero el Señor nunca prometió eso. De hecho, la Palabra de Dios es clara al respecto.

Espinas y cardos

En Eclesiástico 2,1 leemos: “Hijo mío, si te has decidido a servir al Señor, prepárate para la prueba” (por cierto, es muy bueno leer ese capítulo completo). Los apóstoles también intentaron preparar a los nuevos cristianos para esta verdad mientras difundían el Evangelio. Leemos en Hechos 14,22: “fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”

A medida que crecemos en nuestra relación con Dios y nos tomamos más en serio la obediencia a su Palabra, vamos enfrentando algunos desafíos y dificultades graves. Por ese motivo tendremos que tomar decisiones y adoptar posturas que nos harán impopulares. Las personas nos van a malinterpretar. No le agradaremos a todo el mundo.

Si quieres agradar a todos, olvídate de intentar seguir a Jesús. ¿Por qué? Porque vivir la vida del Evangelio como Jesús nos la predicó es ir en contra de nuestra cultura. Jesús mismo nos advirtió sobre esto: “Si el mundo los odia a ustedes, sepan que a mí me odió primero. Si ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el mundo los odia, porque ya no son del mundo” (Juan 15,18-19).

Así que… sí; debemos pasar por muchas pruebas y dificultades en esta vida. Pero como les recuerdo a las personas que buscan dirección espiritual, Dios nunca nos dejará solos en tiempos difíciles. Él quiere darnos aliento y ayuda en el camino para que perseveremos y superemos las tormentas de la vida, más fuertes y más convencidos de su amor profundo y permanente por nosotros. ¡Dios es digno de confianza!

Leyendo las señales

Pensemos en el ejemplo del profeta Elías en el Antiguo Testamento. Fue contra la multitud y adoptó una postura firme contra la idolatría cuando enfrentó a los falsos profetas de Baal. Después de la dramática y tremendamente exitosa confrontación, la reina Jezabel estaba furiosa y decidida a matar a Elías. Temiendo por su vida, Elías huyó apresuradamente al desierto, y se desplomó bajo una retama, exhausto, deprimido y con ganas de morir. Fue entonces cuando Dios envió un ángel para traerle comida y agua. El ángel dijo: “Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti” (1 Reyes, 18 y 19).

Dios sabe exactamente lo que necesitamos. Sabía que Elías necesitaba dormir, comer y recuperarse después de aquella fuerte experiencia. En verdad, el Señor sabe lo que necesitamos; Él quiere satisfacer nuestras necesidades y animarnos. Sin embargo, necesitamos estar atentos para entender cómo Él podría estar haciendo esto. Muchas veces creo que perdemos de vista sus intentos de comunicarse con nosotros. El Señor no le habló a Elías en el viento, el terremoto o el fuego… lo hizo en el “sonido puro del silencio”; fue cuando Elías se encontró con Dios.

Lirios por todas partes

Hace algunos años, estaba pasando por una época de pruebas difíciles y desolación. La vida se sentía muy pesada y agobiante. Un sábado, un joven amigo mío salió a montar a caballo y encontró una flor parecida a un lirio blanco en el desierto, la trajo con él y me la regaló. Al día siguiente, estaba caminando por una calle en El Paso y vi un lirio blanco artificial tirado en el suelo. Lo recogí y me lo llevé a casa.

Al día siguiente me encontré con otra flor tipo lirio blanco que crecía cerca de una acera. Tres lirios blancos en tres días. Sabía que había un mensaje del Señor en esto, pero no sabía exactamente qué estaba tratándome de decir.

Mientras reflexionaba sobre ello, de pronto me vino un recuerdo: Hace muchos años, cuando yo era una nueva misionera en nuestra comunidad, estábamos celebrando misa en nuestro centro juvenil. Después de la comunión, estaba orando con los ojos cerrados y alguien me tocó en el hombro. Sobresaltada salí de mi oración, miré hacia arriba y vi al sacerdote de pie junto a mí; me dijo: “El Señor quiere que sepas que eres un lirio ante sus ojos”. Y luego regresó al altar y volvió a sentarse. Realmente todavía no conocía a ese sacerdote y nunca volvió a compartir conmigo ningún otro mensaje como ese. Pero lo guardé en mi corazón como una palabra especial del Señor para animarme.

Ahora, después de tantos años, ese recuerdo volvió a mí y finalmente entendí el por qué de los lirios: El Señor quiso animarme durante el momento difícil que estaba pasando. Me estaba recordando que soy su lirio y que Él me ama mucho. Llenó mi corazón con una paz muy necesaria y con la seguridad de que no estaba pasando sola por las tormentas. Dios fielmente iba a verme a través de cada uno de ellos.

Prestar atención

Dios te conoce por tu nombre. Eres su hijo amado. Él te ve y sabe todo lo que estás pasando. Él quiere comunicarte su amor, pero por lo general las señales llegan de manera suave y gentil, así que podríamos perderlas si no prestamos atención.

Podría haberme perdido ese mensaje de amor con los lirios. Podría haber pensado que eran sólo una coincidencia. Pero sabía que era más que una coincidencia y quería conocer el mensaje. Dios me lo reveló mientras reflexionaba en mi corazón cuál podría ser el significado. Y cuando lo entendí, me dio consuelo y fuerza para soportar las tribulaciones.

Por eso los animo a que perseveren a través de las pruebas. ¡No renuncien! Busquen esas pequeñas señales del amor y el aliento de Dios a lo largo del camino. Les garantizo que están ahí. Sólo necesitamos abrir los ojos y los oídos, y prestar atención.

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Ellen Hogarty

Ellen Hogarty is a spiritual director, writer and full-time missionary with the Lord’s Ranch Community in New Mexico. She blogs at cacklescorner.com.

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