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Mar 26, 2021 1239 0 Emily Shaw, Australia
Disfrutar

5 Formas para tener una Fe sin complicaciones

¡Consejos que te ayudarán a mantenerte enfocado!

Acababamos de llegar a la capilla que se encuentra junto al seminario diocesano local. Mientras trataba de motivar a mi hijo de cuatro años a que se comporte apropiadamente, mi hija de dos años se salió de nuestra banca silenciosamente y se dirigió hacia el altar.

Estaba casi al pie del altar cuando se volteó para mirarme, señaló el tabernáculo y gritó: “ Mira Mamá, es Jesús. Jesús está allí”.

Por supuesto, ella tenía toda la razón. Jesús estaba allí. En mi apuro por sentar y acomodar a los niños, había olvidado recordarme a mí misma la presencia real de Jesús en la capilla. En cambio, había entrado a la capilla como un piloto automático, guiando a los niños a hacer su genuflexión y distribuyendo algunos libros para mantenerlos ocupados.

Estos aspectos prácticos de ser madre son ciertamente importantes. Después de todo, yo estaba allí para recibir el sacramento de la confesión y recibir dirección espiritual. Pero me distrajeron los aspectos prácticos de la mañana que tenía por delante.

Capta el infinito

Cuando mi hija enfocó mi atención en el tabernáculo, yo me sentí reprendida. Para ser honesta, envidiaba su Fe sencilla. Es hermoso ver a mis hijos entablar una relación con Jesús y nuestra Fe en sus maneras individuales. Uno tiene una afinidad particular por San Miguel que derrota a Satanás. Otro tiene una gran devoción y afecto a Nuestra Señora. Por encima de todo, parecen captar el infinito, mientras que a menudo yo me preocupo por lo finito.

Y no pude evitar reflexionar sobre el capítulo 18 del Evangelio de Mateo.

“En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: “¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?”. Él, llamando a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: “En verdad les digo que si no se convierten y se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.  Y el que reciba a un niño como este en Mi nombre, me recibe a Mí”. (Mateo 18,1-5)

A menos que cambien y se vuelvan como niños…. Quizás sea más fácil decirlo que hacerlo, pero aquí hay algunos puntos de partida para nosotros:

     1. Practicar la humildad

Los niños aceptan que no lo saben todo. Confían en que los adultos tendrán las respuestas a todas sus preguntas, la sabiduría para guiarlos en situaciones complicadas, y un amor incondicional e infinito. Aceptar que no tenemos todas las respuestas y confiar en la sabiduría y la misericordia de Dios es fundamental.

     2. Mantenerlo Simple

Nosotros podemos leer una multitud de tomos espirituales, publicaciones de blogueros y artículos, pero a menos que esa lectura sea seguida por una meditación y oración para discernir su aplicación personal por la gracia de Dios, es posible que progresemos poco en nuestras vida espiritual. Una de las mejores formas de crecer realmente en santidad, de fomentar nuestra fe infantil, es estar en silencio y en oración meditativa e invitar la presencia de Dios. Pasar este tiempo de oración en su presencia real es aún mejor.

     3. Recuerda Su Presencia

Podemos hacer esto durante el transcurso del día en nuestros tiempos de oración estructurados, pero también en las partes habituales y aburridas de nuestro día. ¿Cansado de la creciente monotonía? Haz cada tarea con un “Todo para ti Jesús, todo para ti”. Debemos darle gracias cuando estemos felices, confiar en Él cuando estemos en apuros. Corto, sencillo y espontáneo, y directo al corazón.

     4. Pide ayuda

Si encuentras que la vida es un poco difícil en estos momentos, entonces acércate a un buen sacerdote santo o un religioso y pídele ayuda y dirección espiritual. O algún amigo o familiar de confianza que comparta tu Fe podría ofrecerte apoyo y orientación para lo que sea que estés enfrentando. De hecho, incluso podrían admitir haber experimentado algo similar. Escuchar la historia de sus batallas para hacer frente a la adversidad y llegar a un lugar de paz puede infundir la esperanza de que tu momento de sufrimiento también se aliviará.

     5. Sobre todo, confía en Él

Si tu eres como yo, ceder el control no es fácil. Pero es precisamente cuando aceptamos y le damos la bienvenida a la voluntad de Dios en nuestras vidas que hacemos el progreso más espiritual. Aprender a anteponer la voluntad de Dios a la nuestra o aceptarla cuando es todo lo contrario a lo que queremos puede resultar insoportable. Dios sabe lo que es mejor para nosotros, y si podemos dejar que Él tome la iniciativa, ¿quien sabe lo que podemos lograr por El?

Que Dios nos dé a todos un aumento de Fe, confianza y esperanza para que podamos llamarnos realmente hijos suyos y experimentar el cielo, donde nosotros pertenecemos.

“Entonces trajeron algunos niños a Jesús para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los reprendieron. Pero Jesús dijo: “Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a Mí, porque de los que son como estos es el reino de los cielos”. (Mateo 19,13-14)

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Emily Shaw

Emily Shaw is a former Australasian Catholic Press Association award-winning editor turned blogger for australiancatholicmums.com and is a contributor to Catholic-Link. A wife and mother of seven, she resides on a farm in rural Australia and enjoys the spiritual support of her local catholic community.

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