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Abr 18, 2020 814 0 Mary Therese Emmons, EUA
Encuentro

Encontrando el Ancla de la Esperanza

Has encontrado la paz en medio de las tormentas de la vida?¡Aquí hay un ancla que te mantendrá a flote!Innumerables pruebas e infortunios me han acosado y he experimentado más sufrimiento de lo que creí soportar.  Parecía que cada vez que la oscuridad comenzaba a desaparecer, aparecía otra calamidad sobre mi familia.Estos cambios desgarradores e incluso las dificultades financieras parecían implacables.   El stress, la ansiedad y el miedo que sentía eran abrumadores, casi debilitantes.   A veces sentía que estaba perdiendo la esperanza e incluso la cordura.

Muchas mañanas estaba tan abrumada por a desesperanza que ansiaba arroparme de pies a cabeza  y esconderme de todo;  y por la noche las lágrimas salpicaban mis mejillas; lloraba hasta quedarme dormida, rezaba incesantemente por ayuda y guía.

El Sufrimiento no es Vano

En estos tiempos difíciles, yo fui consolado por San Ignacio Loyola. “Si Dios te envía muchos sufrimientos es una señal de que Él tiene grandes planes para ti y ciertamente quiere Santificarte”.  Estas palabras nunca dejaron de recordarme que las penas terrenales no son en vano.

En medio de mis aflicciones encontré mi fuerza y esta fuerza era la oración constante y segura.

Mis manos nunca dejaron mi rosario y mi preciosa cadena de esperanza.  Las débiles huellas de cuentas sobre mi piel, era un signo visible de mi devoción a nuestra Madre Celestial.

Una vez San Padre Pío dijo, que sostener el rosario era como sostener la mano de nuestra Santísima Madre y todos los días me aferré a su mano tierna, como una  niña,  como su hija devota y confiada.

Un Tesoro

Como la pequeña flor de Lisieux cariñosamente diría: “María es más madre que Reina”.  Su corazón maternal anhela acercarnos cada vez más a nuestro Dios amoroso y a la recompensa que nos espera en nuestra próxima vida.   Nos acercamos por medio de la oración, el santo rosario especialmente, que nunca deja de traerme consuelo y esperanza, cuando me siento perdida y desanimada.

Para mí, el rosario es un tesoro de gracias, que da fuerza y esperanza.  Nuestra madre celestial tiene un amor inconmensurable para todos nosotros. ¿y qué mejor manera de estar a su alrededor?  Por medio de la oración que es abundantemente rica en bendiciones, guiándome a través de mis días más oscuros cuando la desesperación me envolvía lentamente.

Meditando sobre los misterios que atraen mi corazón al cielo y me tranquilizan, yo que nunca estoy sólo en mis penas.

Rezando con fuerzas para enfrentar mis pruebas, mientras simultáneamente  me ofrezco a nuestro Padre celestial, que me trae alegría en medio de mi angustia.Busco imitar a la querida Santa Teresa de Ávila, quien con humor respondió referente a las aflicciones diciéndole a Jesús: ¡si es así como tratas a tus amigos, no es de extrañar que tengas tan pocos!

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Mary Therese Emmons

Mary Therese Emmons is a busy mother of four teenagers. She has spent more than 25 years as a catechist at her local parish, teaching the Catholic faith to young children. She lives with her family in Montana, USA.

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