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Ago 22, 2023 384 0 EL PADRE JOSEPH GILL, EUA
Comprometer

Preguntas y respuestas: ¿Cómo sobrellevar las dudas y dificultades en la fe católica?

P: No estoy de acuerdo con algunas de las enseñanzas de la Iglesia Católica. ¿Sigo siendo un buen católico si no estoy de acuerdo con todo?

R: La Iglesia es más que una institución humana, es tanto humana como divina. No tiene ninguna autoridad por sí sola para enseñar nada en absoluto; más bien, el papel de la Iglesia es enseñar fielmente lo que Cristo enseñó en la tierra: interpretar auténticamente las Escrituras y transmitir la Tradición apostólica que nos ha llegado de los mismos apóstoles. La palabra «Tradición» proviene de la palabra latina traditio, que significa «entregar».

Hacemos la distinción, sin embargo, entre Tradición (con T mayúscula) y tradiciones (con t minúscula); la Tradición es la enseñanza inmutable y eterna de la Iglesia que tiene sus raíces en los apóstoles y Cristo; ejemplos de esto incluyen el hecho de que solo el pan de trigo y el vino de uva pueden usarse para la sagrada Eucaristía; sólo los hombres pueden llegar a ser sacerdotes; ciertas acciones morales son siempre y en todas partes incorrectas; etc. Las tradiciones se refieren a las que son hechas por el hombre que son cambiantes, como abstenerse de comer carne los viernes (esto ha cambiado en el curso de la historia de la Iglesia), recibir la comunión en la mano, etc. A las personas de buena voluntad se les permite tener diversas opiniones sobre las prácticas pastorales, las disciplinas de la Iglesia y otras tradiciones «pequeñas», que provienen de los seres humanos.

Sin embargo, cuando se trata de la Tradición apostólica (T mayúscula), como buenos católicos debemos aceptarla como proveniente de Cristo a través de los apóstoles.

De todas formas, debemos hacer otra distinción: la diferencia entre la duda y la dificultad. Una «dificultad» implica que luchamos por entender por qué la Iglesia enseña una cosa específica, pero que la aceptamos con humildad y buscamos encontrar la respuesta; después de todo, ¡la fe no es ciega! Los teólogos de la fe tenían una frase: Fides quaerens intellectum, -la fe que busca el entendimiento-. ¡Debemos hacer preguntas y tratar de entender la fe en la que creemos!

Por el contrario, una duda dice: «¡Porque no entiendo, no creeré!» Mientras que las dificultades provienen de la humildad, la duda proviene del orgullo: pensamos que necesitamos entender todo antes de creerlo. Pero seamos honestos: ¿alguno de nosotros es capaz de entender misterios como la Trinidad? ¿Realmente creemos que somos más sabios que San Agustín, Santo Tomás de Aquino y todos los santos y místicos de la Iglesia Católica? ¿Pensamos que la constante Tradición de 2,000 años de antigüedad, que fue transmitida por los apóstoles, está de alguna manera equivocada?

Si encontramos una enseñanza con la que lidiamos, sigamos luchando, pero hagámoslo con humildad y reconozcamos que nuestras mentes son limitadas y que a menudo necesitamos que nos enseñen. Dice la Escritura: “busquen, y encontrarán”. Es recomendable leer el Catecismo o a los Padres de la Iglesia, las encíclicas de los Papas u otros materiales católicos sólidos; busca un sacerdote santo para preguntarle tus dudas; ¡y nunca olvides que todo lo que la Iglesia enseña es para tu felicidad! Las enseñanzas de la Iglesia no están destinadas a hacernos miserables, sino más bien a mostrarnos el camino hacia la libertad y la alegría genuinas, ¡que solo se pueden encontrar en una vida vibrante de santidad en Jesucristo!

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EL PADRE JOSEPH GILL

EL PADRE JOSEPH GILL es capellán de escuela secundaria y sirve en el ministerio parroquial. Se graduó en la Universidad Franciscana de Steubenville y en el Seminario Mount Saint Mary. El padre Gill ha publicado varios álbumes de música rock cristiana (disponibles en iTunes). Su primera novela, Days of Grace, está disponible en amazon.com.

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