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Kevin y Mónica Fitzgibbons vivían en dos mundos completamente diferentes cuando se conocieron durante una convención de negocios en la Ciudad de Nueva York. Kevin se había graduado de la Universidad “Incarnate Word” (Verbo encarnado) en San antonio,
Texas, y Mónica de la Universidad de boston. Trabajando en lados opuestos (Kevin con SoNY en Los Ángeles, California, y Mónica con DreamWorks en la Ciudad de Nueva York), el Señor ciertamente intervino para guiar a Mónica en lo que sería una transferencia temporal a Los
Ángeles, y en el curso de ese año la pareja se conoció, se enamoró y se casó.
Con el matrimonio y pronto los hijos, Kevin y Mónica, ambos católicos sólo de nombre, comenzaron a buscar la verdad. “Desde el primer instante nuestro amor fue tan poderoso que no había forma de tener una relación meramente superfi cial. Pero luego fuimos arrojados a lo
profundo y no estábamos preparados para la estabilidad del día con día, para darnos a nosotros mismos de una manera que fuera congruente con aquellos sentimientos tan profundos, y ahora me doy cuenta que este amor verdadero fue un regalo de Dios. en aquel entonces, los
dos habíamos fallado al no dar un paso vital, esencial, que es entregarse primero a Dios como fuente del amor.” Fue así como descubrieron, cuenta Mónica: “que la verdad que buscábamos era un ‘Quien’, y ése ‘Quien’ era Jesucristo. esa verdad nos llevó a la contemplación de
la Sagrada Familia y luego a la de la Santísima Trinidad.” así inició un camino en familia para conocer más sobre 36 Shalom tidingS Febrero/Marzo 2014 la fe, comenzando por la oración.
Pocos años después se mudaron a Phoenix, arizona y, providencialmente, al mismo tiempo el obispo Thomas J. olmsted estaba iniciando su obispado en la Diócesis de Phoenix. al poco tiempo de observarlo y conocerlo, creció su interés por el poderoso testimonio que daba de Cristo. el
obispo olmsted era un hombre sencillo y humilde dedicado a atender a los pobres y los encarcelados, y este testimonio fue una luz en el camino de la fe para los Fitzgibbons. Su énfasis amoroso sobre los Sacramentos hicieron que los abrazaran plenamente, en especial el de la reconciliación.
en la medida en que el amor por el Señor fue creciendo, dice Mónica:“nuestros corazones se hicieron más inocentes.” Se dieron cuenta de que la cultura deprimida, chismosa y gris que prevalecía en Los Ángeles, misma que ellos habían llegado a aceptar y absorber en sus vidas y actitudes, no
era el camino que querían para su familia. Para Mónica y Kevin reclamar la inocencia de sus corazones se convirtió en un desafío interior personal, puesto que deseaban vivir en la verdad y guiar a su familia en la búsqueda para descubrir lo que Dios quería para ellos
este nuevo conocimiento también les permitió crecer al interior de su matrimonio. antes, no sabían exactamente cuáles eran los roles que debían desempeñar el uno para el otro, pero con la lectura de la biblia, de encíclicas, hasta de la Imitación de Cristo y otros textos espirituales,
se dieron cuenta de que el matrimonio se trataba de lo que Dios hace y no de lo que ellos hacen individualmente. antes, sus egos personales se enaltecían por la forma en que las demás personas veían sus estilos de vida y su éxito, y en su matrimonio se fueron por el camino fácil animados por
lo que otros pensaban de ellos. Mónica dice: “Conocíamos los conceptos generales del amor básicamente de ver televisión y películas y, sin saberlo en aquel entonces, nuestros compañeros infl uenciaron profundamente ennuestra manera de ver el mundo, pero cuando el “autor
del amor” nos enseñó a amar, nuestro matrimonio se transformó.” Si bien empezaron a crecer, aún estaban estancados.
Pero todo eso cambió en el 2004 cuando vieron la película “La Pasión de Cristo” en pantalla grande. “estábamos impactados por la calidad” dice Mónica. aquí teníamos una película cristiana de alta producción con un elenco que estaba en la cima de la industria.
Los Fitzgibbons sabían que ese era el camino que necesitaban tomar en sus vidas profesionales.
aunque la pareja tenía experiencia en varias plataformas de los medios de comunicación, cada uno tenía un interés particular y gusto por la música. oraron y decidieron llevar su fe a las artes iniciando “aimHigherentertainment” dependiente del mundialmente conocido “Decca records.” Como una
subsidiaria de aimHigherentertainment, comenzaron con la música De Montfort con el objeto de promover la música de las comunidades religiosas.
Por otro lado, a la mitad de camino a lo largo del país, un pequeño grupo monástico en Missouri llamado “benedictinas de María, reina de los apóstoles” hacían una grabación ‘casera’ de su música. La grabación ue enviada a sus benefactores y patrocinadores, y de
alguna de esas manos y por el poder del espíritu Santo, el CD llegó a los Fitzgibbons. Ignorando cualquier falta de calidad en la producción, los Fitzgibbons se sintieron conmovidos por las voces que escucharon y sabían que tenían que investigar más sobre aquella grabación.
De inmediato les escribieron a las Hermanas y les permitieron una visita. Después de varias pláticas y reuniones, se les concedieron exactamente tres días para grabar a las hermanas en un CD de música. el resultado fi nal, “advent at ephesus” (adviento en Éfeso),
duró seis semanas en primer lugar en las listas de música clásica billboard en los estados Unidos y las hermanas terminaron siendo el número uno de los artistas Clásicos Tradicionales del 2012, según las encuestas Nielsen Soundscan.
Nadie en el mundo exterior se pudo haber imaginado lo exitoso que resultaría un álbum de música eclesiástica interpretado por monjas en la mitad de los estados Unidos de américa, pero los Fitzgibbons sabían mejor; habían visto lo que sucede cuando
se combina la calidad con un mensaje de por sí poderoso. “La Pasión de Cristo” era una versión hermosamente presentada de una historia que sobresale por sí misma; sin embargo, esa película tenía un profundo efecto en todos: católicos y no católicos por
igual. Las voces de las Hermanas benedictinas eran fuertes por sí mismas, pero la calidad de la ingeniería y la grabación permitió que su música alcanzara una audiencia a nivel mundial.
Derry Connelly, Presidente de la Universidad Católica Juan Pablo el Grande, ha dicho que una de las inspiraciones más fuertes para inaugurar la universidad, que ofrece gran variedad de licenciaturas en los medios, fue que la voz de los católicos y de la Iglesia ya no tenía ninguna infl uencia en los medios de
entretenimiento. Para Shalom Media USa, el lanzamiento del canal de televisión ‘Mundo Shalom’ (Shalom World) propone poner otro peldaño en los medios de entretenimiento para compartir el mensaje del amor de Dios. Para los Fitzgibbons, la música De
Montfort es su misión ministerial para llegar a los corazones y servir como testigos de Jesucristo y difundir el mensaje de su amor.
Después del éxito de su primer álbum, las Hermanas benedictinas grabaron “angels and Saints in ephesus” (Ángeles y Santos en Éfeso), que salió a la venta en Mayo de este año producido por Christopher alder, nueve veces ganador del Grammy Internacional, y por el
ingeniero Mark Donohue, dos veces ganador del Grammy. Ángeles y Santos en Éfeso se mantuvo en primer lugar de la lista de música clásica tradicional billboard durante 14 semanas. La última producción de la música De Montfort es ‘Mater eucharistiae’ (Madre eucaristía), producida
por blanton alspaugh, ganador del premio Grammy 2013 como Productor clásico del año, que incluye 15 pistas de las Hermanas Dominicas de María, Madre de la eucaristía. Cuatro semanas después de haber salido a la venta, ocupaba el lugar número uno de todas las listas clásicas billboard así como el primer
lugar en las listas cristianas de billboard.
el ministerio de los Fitzgibbons les permite trabajar con muchas personas de diferentes religiones. “Tratamos de hacer productos de verdadera calidad, pero no necesariamente trabajamos sólo con católicos” dice Mónica “pero como el contenido es tan bueno y verdadero, no hace sino ayudar e inspirar
a los que trabajan en él.”
en el llamado a la Nueva evangelización, la música De Montfort sirve a los Fitzgibbons como una forma de utilizar sus talentos para Cristo.
© MARY JOB presta sus servicios en el Consejo editorial de la revista Shalom Tidings.Vive con su familia en edinburg, Texas.
'“Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión.” (Lucas 15,7) Del mismo modo, os digo,se produce alegría ante los ángeles de Dios por un
solo pecador que se convierta. (Lucas 15,10) …pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado.” (Lucas 15,32).
Cuando las reclusas entraron a la clase, no pude evitar notar que una de ellas estaba embarazada, y por lo visto se encontraba cercana la fecha de dar a luz. Al iniciar el servicio sentí que debíamos rezar por ella y por su bebé. Al preguntarles si podíamos ofrecer oraciones
por ella y por su bebé, los ojos de la chica comenzaron a llenarse de lágrimas y comentó: “Nadie había pedido eso antes; nunca nadie ha rezado por mí.”
Hablando en voz baja, me confesó cómo siempre le habían dicho que no valía nada, que era una inútil y que a nadie le importaba si estaba viva o muerta. Me di cuenta de que lejos de tener la auto estima muy baja, más bien ¡ni siquiera la tenía!
Me recordó algo que un buen amigo mío me compartió un día: El valor de un objeto perdido no disminuye sólo porque esté perdido. Un billete de $20 dólares que está perdido sigue valiendo $20 dólares; su manufactura determina su valor y no su situación. Lo
mismo es cierto por un alma perdida: sigue teniendo un gran valor porque su hacedor, Dios, establece su valor, ¡y sabemos que Dios no hace almas valiosas o no valiosas! En Lucas, Capítulo 15, Jesús comparte tres parábolas sobre cosas perdidas y su valor. En las tres –la
oveja perdida, la dracma perdida y el hijo pródigo- termina cada historia mostrando su preocupación por lo que está perdido y el amor de Dios por un pecador arrepentido. Jesús valora las almas perdidas.
Esta pobre muchacha había sido maltratada durante tanto tiempo, que no se daba cuenta de su gran valor a los ojos de Dios. Como el pastor que dejó las 99 ovejas por ir detrás de la que estaba perdida, así todos deberíamos unirnos y alegrarnos por esta alma perdida que ha sido
encontrada. Les pedí a las demás internas y al equipo del ministerio que le impusiéramos las manos a esta compañera y rezáramos por ella y su bebé. Cuando comenzamos a orar, varias de las otras compañeras oraron en voz alta por ella y por que tuviera un bebé saludable, para que lograra integrar
su vida y convertirse en la persona y madre que debía ser.
Estaba llorando pero tranquila, con paz. Se dio cuenta de que era amada y que la preocupación por ella y su bebé era genuina. Por primera vez alguien le dijo que era especial, una persona amorosa y que sería una gran madre, y que no era alguien sin valor o inútil. Se notaba que la querían.
La mayoría de los que estaban allí jamás habían visto a las compañeras rezando por alguna otra, pero te puedo asegurar que estas oraciones que se ofrecen con el poder del Espíritu Santo son extremadamente poderosas. Quizás éstas sean almas perdidas AHORA, pero siguen teniendo un gran
valor. En 1 Timoteo 2,1-4 se nos dice que Jesús quiere que todas las almas se salven, aún los que están presos.
Antes de juzgar a los demás, por favor recuerda la historia del billete de $20 dólares. Su valor no disminuye sólo porque esté perdido, y cuando un alma perdida es encontrada, hay una gran alegría en el cielo. Si juzgamos menos y amamos más, todos podremos ser instrumentos para que así
suceda. Jesús, ¡hazme un instrumento de tu paz!
TONY AGNESI (www.TonyAgnesi.com) es un incesante escritor de historias. Es Productor Ejecutivo y Consultor de radio y también está involucrado en radio católica, Ministerio penitenciario y en el Ministerio para indigentes. Padre de dos hijos ya mayores, él y su esposa han vivido por más
de cuarenta años en Wadsworth, Ohio