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Feb 05, 2021 1153 0 Jenson Joseph, USA
Evangelizar

El Hablar de la Verdad con Amor

Cómo iniciar una conversación con

alguien por quien sientes cariño? quí hay un

consejo simple que no debes perderte.

Alegría de Saborear

He tomado en serio el consejo del apóstol San Pablo de «hablar la verdad con amor» (Efesios 4:15). A menudo, con buenas intenciones, he seguido ese consejo y tratado de compartir la verdad con los demás. Pero muchas veces el resultado ha sido decepción, desacuerdo y malentendido. ¿Alguna vez has experimentado esto? Al meditar sobre por qué he encontrado este resultado negativo, me pregunté qué palabras de sabiduría podría tener mi Madre Santísima para mí, inmediatamente, y en voz alta y clara, escuché sus palabras a los siervos de Caná: «Hagan lo que Él les diga» (Juan 2:5). Pero eso no era todo.

Mientras viajaba por los evangelios con mi mano en la suya, recordé lo que se dice sobre ella en el evangelio de Lucas al final de la narración de la infancia de Jesús: «Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón» (Lucas 2:51). Eso me ayudó a empezar a entender por qué mis esfuerzos impulsivos no dieron buenos frutos: Primero necesito observar / estudiar / reflexionar a través de los ojos de María y necesito entender cómo Jesús habló la verdad con amor antes de tratar de imitar su acción. Necesito descubrir y a veces re-descubrir la alegría de saborear la palabra de Dios en lugar de simplemente consumirla. Entonces, ¿cómo habló Jesús la verdad con amor?

Dejo de Frustración

Un ejemplo temprano de Jesús hablando la verdad en el amor es el encuentro de Jesús con el joven rico. En respuesta a la pregunta del joven sobre lo que debe hacer para heredar la vida eterna, Jesús señala los mandamientos que nos llaman a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. De estos mandamientos, el joven dice: «Maestro, todos los que he observado desde mi juventud» (Marcos 10:20).

El punto de partida de Jesús en esta discusión es lo que el joven hace bien, esas acciones, ideas y patrones de pensamiento que en el joven son recomendables y dignos de elogio. Pero la observación más reveladora es lo que sigue. El relato de Marcos nos dice que «Jesús, mirándolo, lo amó» (Marcos 10:21). Aquí se revela el punto de partida de Jesús: el amor. Jesús comienza con el amor por aquel a quien le va a revelar una verdad dura.

Al hablar de asuntos de fe con otra persona, si mi esfuerzo por compartir la Buena Nueva del Evangelio parece no dar fruto, debo admitir que siento frustración. Sin embargo, en esta historia, Jesús, que sabe exactamente cómo el joven va a responder a su invitación, lo mira y lo ama en lugar de experimentar la más mínima irritación. Jesús probablemente sabe en ese momento que el joven va a sentir tristeza y marcharse. Pero tal vez el Señor esté lleno de esperanza de que más tarde el joven pueda ceder a la gracia ofrecida en su encuentro con Jesús.

¿Hacemos lo que Jesús hizo? ¿Comenzamos con amor cuando tenemos una verdad que compartir?

Ese Hombre Eres Tu

Otra lección útil sobre cómo hablar la verdad con amor proviene del Antiguo Testamento en la historia del profeta Natan que confronta al rey David acerca de sus graves pecados de adulterio y asesinato (2 Samuel 12). La pregunta clave en este encuentro es: ¿por qué Natan comienza por contarle a David una parábola acerca de un hombre rico que actúa injustamente hacia un hombre pobre? ¿Por qué no ir directo al grano y decirle a David que ha cometido una grave injusticia contra otro ser humano?

Mientras David escucha la historia ficticia de Natan, aprendemos que se enoja terriblemente con ese hombre que cree se comportó injustamente hacia su prójimo (2 Samuel 12:5). Natan no comienza confrontando a David con su desorden, sino evocando el sentido de justicia que estaba en lo profundo de su corazón. Si David no fuera un hombre justo, no habría expresado una intensa ira hacia el hombre rico de la parábola, exigiendo saber su nombre. Cuando Natan pronunció esas famosas palabras «Ese hombre eres tú», David respondió con profundo arrepentimiento, que más adelante el salmista expresó tan bellamente en el Salmo 51. Por lo tanto, si alguno de nosotros es llamado a discutir con alguien sus decisiones morales sería bueno seguir el ejemplo de Natan y comenzar por evocar lo bueno en el individuo, y resistir la tentación de tener prisa por exponer su desorden.

La Zona Final

El segundo ejemplo del evangelio que muestra cómo Jesús dijo la verdad con amor se encuentra en el encuentro entre Jesús y Pedro después de la resurrección (Juan 21:15-18). En la orilla del lago después de que Jesus les diera el desayuno a los discípulos, Jesús le preguntó a Pedro tres veces: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»

El padre Daniel Poovannathil, un aclamado predicador de Kerala, al sur de la India, comparte estas ideas. Cuando Jesús fue arrestado en el Huerto de Getsemaní, Pedro sabía que esto no iba a terminar bien para Jesús. Pero él sí lo siguió, aunque a distancia, mostrando que él estaba arriesgando su vida. Su principal lucha era entre la fidelidad y el miedo. Finalmente, cuando fue confrontado, sucumbió al miedo y negó a Jesús. Pero Lucas añade este detalle adicional que dice: «El Señor volteó y miró a Pedro».

El padre Daniel explica que a diferencia de Judas, Pedro no se desesperó hasta el punto en que se salió de la línea de visión de Jesús. Su amor por Jesús como su Señor llevó a Pedro a la ‘zona final’ a pesar de su acto vergonzoso en un momento de debilidad. Así que, cuando Jesús se volteó y lo miró, fue como si su visión arrojará una red que atrajo a Pedro y lo sostuvo hasta que Jesús pudiera ministrar a su alma.

Cuando nos enfrentamos a personas que saben que han cometido errores, ¿dónde empezamos la conversación?

En conclusión, nos preguntamos: “¿Me veo en alguno de los escenarios descritos anteriormente?” ¿Comienzo encuentros difíciles de la misma manera que Natán y Jesús?

El inspirador orador católico, el Dr. Mark Nimo, a menudo dice: «Nuestra historia no comenzó con el pecado, comenzó con el amor». Si Jesús está dispuesto a acercarse a los pecadores primero con lo que es bueno en ellos, ¿no deberíamos hacer lo mismo?

Querido Jesús, ayúdame a decir la verdad con amor tal como tú lo hiciste. Deja que mis palabras construyan a los que me rodean. Incluso si la decepción se filtra, déjame ver a través de tus ojos y confiar en que tu mensaje que da vida entrará en cada corazón. Pido especialmente por aquellos que han perdido su camino. Que Tu Espíritu guíe cada palabra y me haga una fuente de amor y sanación.  Amén.

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Jenson Joseph

Jenson Joseph has been part of Shalom Media as a speaker at the Shalom Conferences. He lives with his family in Michigan, USA. Watch his series at shalomworld.org/show/discipleship

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